VALDEGANGA UN PUEBLO CON HISTORIA
El origen de Valdeganga se remonta a la época romana (200 años a.c., según Juan Lozano) para señalar la fecha de fundación de nuestra localidad.
Parece ser que había dos calzadas que se cruzaban en la vega del rió Júcar: una que se dirigía a Zaragoza; la otra paralela al Júcar conducía hasta Valencia, Denia o Cullera.
En el termino municipal de Valdeganga existe cierto paraje, lugar conocido como “El Santo”, que conserva las ruinas de la antigua ciudad de Vallislonga en la que, según el itinerario de Antonio, se hallaba la Sexta Mansión del Imperial camino romano que desde el sur se dirigía a Zaragoza, por lo cual se conservo de inmediato a la población un puente sobre el llamando Puente Torres, de indudable origen romano.
Las mansiones eran dependencias en las calzadas romanas en las que descansaban los caballos y se podía pernoctar.
Los primeros datos fieles, los encontramos en el códice medieval de Bartolomé Alarcón quien nos presenta la llamada entonces “Valdeganga de Jorquera” y que contaba con 33 vecinos que se dedicaban al grano y a la arriería y pagaban al año, en concepto de tributos. 57600 maravedíes.
El campesino de Valdeganga tuvo que satisfacer derechos a dicho marques hasta el S. XIX que se extinguen los señoríos, además debía satisfacer al municipio de Jorquera y a la Iglesia (diezmos).
La antigua ciudad romana denominada Saltiga, hoy Jorquera, pertenecía al Marquesado de Villena, situado en zona fronteriza castellano-aragonesa, constituyendo el mayor señorío que había en Castilla y que contaba además de Jorquera con tres municipios: Chinchilla, Alcala del Júcar y Ves.
Valdeganga, sujeta a Jorquera, se veía obligada a mantener un representante, el cual, durante el año que desempeñara su cargo, debía habitar en Jorquera.
El 21de Septiembre de 1722 se creo la primera parroquia de Valdeganga que hasta entonces como otras localidades era atendida por el párroco de Jorquera.
A principios del S. XIX, iniciada la Guerra de la Independencia, Valdeganga fue objeto de polémica al negarse a destruir su puente y el de Puente Torres ante el alcalde de Albacete, presidente de una de las Juntas que se creo para combatir al enemigo francés y cuyas tropas pretendía que no cruzaran el río Júcar: Valdeganga resulto triunfante.
En el año 1833 se creo administrativamente nuestra provincia, en la nueva división territorial, la actual provincia surgió de tres territorios a los que pertenecía desde la Edad Media. Parte de la provincia pertenecía a La Mancha (hoy provincia de Ciudad Real), Murcia y Cuenca.
Valdeganga pertenecía a Cuenca administrativamente y eclesiásticamente a la diócesis de Cartagena.
En 1916 aparece el primer sindicato católico, como forma de hacer valer los intereses de los agricultores, aunque los campesinos mas desfavorecidos no eran contemplados por estos sindicatos.
Durante la Guerra Civil, por parte de la España republicana y de mano de sindicatos y anarquistas, se ocupan tierras que son repartidas entre familias o trabajadoras colectivamente, como es el caso de la Casa del Pozo y Casa del Monte.
Los años 60 conocen cambios profundos ligados al proceso de industrialización del país. Es lo que se conoce como “crisis de la agricultura tradicional”. Se producen dos procesos que a la vez se impulsan entre si: Emigración de la población rural y mecanización del campo.
Durante el S. XX podemos destacar dos acontecimientos significativos: las epidemias, que se llevaron las vidas de muchas personas, y las riadas que destruyen caminos, huertas y cultivos. Podemos destacar dos de estas, la del año 1941 que destruyó la central eléctrica y la de 1982 que fue la última.
Hoy en día Valdeganga continua su vida, con el Júcar a sus pies, como si de un balcón del mismo se tratara.
Valdeganga pertenecía a Cuenca administrativamente y eclesiásticamente a la diócesis de Cartagena.
En 1916 aparece el primer sindicato católico, como forma de hacer valer los intereses de los agricultores, aunque los campesinos mas desfavorecidos no eran contemplados por estos sindicatos.
Durante la Guerra Civil, por parte de la España republicana y de mano de sindicatos y anarquistas, se ocupan tierras que son repartidas entre familias o trabajadoras colectivamente, como es el caso de la Casa del Pozo y Casa del Monte.
Los años 60 conocen cambios profundos ligados al proceso de industrialización del país. Es lo que se conoce como “crisis de la agricultura tradicional”. Se producen dos procesos que a la vez se impulsan entre si: Emigración de la población rural y mecanización del campo.
Durante el S. XX podemos destacar dos acontecimientos significativos: las epidemias, que se llevaron las vidas de muchas personas, y las riadas que destruyen caminos, huertas y cultivos. Podemos destacar dos de estas, la del año 1941 que destruyó la central eléctrica y la de 1982 que fue la última.
Hoy en día Valdeganga continua su vida, con el Júcar a sus pies, como si de un balcón del mismo se tratara.
Parece ser que había dos calzadas que se cruzaban en la vega del rió Júcar: una que se dirigía a Zaragoza; la otra paralela al Júcar conducía hasta Valencia, Denia o Cullera.
En el termino municipal de Valdeganga existe cierto paraje, lugar conocido como “El Santo”, que conserva las ruinas de la antigua ciudad de Vallislonga en la que, según el itinerario de Antonio, se hallaba la Sexta Mansión del Imperial camino romano que desde el sur se dirigía a Zaragoza, por lo cual se conservo de inmediato a la población un puente sobre el llamando Puente Torres, de indudable origen romano.
Las mansiones eran dependencias en las calzadas romanas en las que descansaban los caballos y se podía pernoctar.
Los primeros datos fieles, los encontramos en el códice medieval de Bartolomé Alarcón quien nos presenta la llamada entonces “Valdeganga de Jorquera” y que contaba con 33 vecinos que se dedicaban al grano y a la arriería y pagaban al año, en concepto de tributos. 57600 maravedíes.
El campesino de Valdeganga tuvo que satisfacer derechos a dicho marques hasta el S. XIX que se extinguen los señoríos, además debía satisfacer al municipio de Jorquera y a la Iglesia (diezmos).
La antigua ciudad romana denominada Saltiga, hoy Jorquera, pertenecía al Marquesado de Villena, situado en zona fronteriza castellano-aragonesa, constituyendo el mayor señorío que había en Castilla y que contaba además de Jorquera con tres municipios: Chinchilla, Alcala del Júcar y Ves.
Valdeganga, sujeta a Jorquera, se veía obligada a mantener un representante, el cual, durante el año que desempeñara su cargo, debía habitar en Jorquera.
El 21de Septiembre de 1722 se creo la primera parroquia de Valdeganga que hasta entonces como otras localidades era atendida por el párroco de Jorquera.
A principios del S. XIX, iniciada la Guerra de la Independencia, Valdeganga fue objeto de polémica al negarse a destruir su puente y el de Puente Torres ante el alcalde de Albacete, presidente de una de las Juntas que se creo para combatir al enemigo francés y cuyas tropas pretendía que no cruzaran el río Júcar: Valdeganga resulto triunfante.
En el año 1833 se creo administrativamente nuestra provincia, en la nueva división territorial, la actual provincia surgió de tres territorios a los que pertenecía desde la Edad Media. Parte de la provincia pertenecía a La Mancha (hoy provincia de Ciudad Real), Murcia y Cuenca.
Valdeganga pertenecía a Cuenca administrativamente y eclesiásticamente a la diócesis de Cartagena.
En 1916 aparece el primer sindicato católico, como forma de hacer valer los intereses de los agricultores, aunque los campesinos mas desfavorecidos no eran contemplados por estos sindicatos.
Durante la Guerra Civil, por parte de la España republicana y de mano de sindicatos y anarquistas, se ocupan tierras que son repartidas entre familias o trabajadoras colectivamente, como es el caso de la Casa del Pozo y Casa del Monte.
Los años 60 conocen cambios profundos ligados al proceso de industrialización del país. Es lo que se conoce como “crisis de la agricultura tradicional”. Se producen dos procesos que a la vez se impulsan entre si: Emigración de la población rural y mecanización del campo.
Durante el S. XX podemos destacar dos acontecimientos significativos: las epidemias, que se llevaron las vidas de muchas personas, y las riadas que destruyen caminos, huertas y cultivos. Podemos destacar dos de estas, la del año 1941 que destruyó la central eléctrica y la de 1982 que fue la última.
Hoy en día Valdeganga continua su vida, con el Júcar a sus pies, como si de un balcón del mismo se tratara.
Valdeganga pertenecía a Cuenca administrativamente y eclesiásticamente a la diócesis de Cartagena.
En 1916 aparece el primer sindicato católico, como forma de hacer valer los intereses de los agricultores, aunque los campesinos mas desfavorecidos no eran contemplados por estos sindicatos.
Durante la Guerra Civil, por parte de la España republicana y de mano de sindicatos y anarquistas, se ocupan tierras que son repartidas entre familias o trabajadoras colectivamente, como es el caso de la Casa del Pozo y Casa del Monte.
Los años 60 conocen cambios profundos ligados al proceso de industrialización del país. Es lo que se conoce como “crisis de la agricultura tradicional”. Se producen dos procesos que a la vez se impulsan entre si: Emigración de la población rural y mecanización del campo.
Durante el S. XX podemos destacar dos acontecimientos significativos: las epidemias, que se llevaron las vidas de muchas personas, y las riadas que destruyen caminos, huertas y cultivos. Podemos destacar dos de estas, la del año 1941 que destruyó la central eléctrica y la de 1982 que fue la última.
Hoy en día Valdeganga continua su vida, con el Júcar a sus pies, como si de un balcón del mismo se tratara.